"Seminaristas jugando al fútbol", instantánea obtenida por el fotógrafo Ramón Massats en el Seminario Conciliar de Madrid, en 1959.
Inicio este nuevo blog con el propósito de divulgar y comentar fotografías que, en el transcurso de los años, me han merecido especial atención por determinadas circunstancias de cada momento, y que siempre que ha sido posible, me he recreado visualizándolas de nuevo y retrocediendo en su época, sin poder evitar la consiguiente reprimida nostalgia de aquellos tiempos pasados que ya no volverán.
Hecho este preámbulo, resulta que la fotografía que encabeza estas líneas corresponde a una oportuna instantánea del fotógrafo catalán Ramón Massats (Caldes de Montbui, (Barcelona), 1931), conseguida en el Seminario Conciliar de Madrid, en el año 1959, en el transcurso de un tiempo de recreo, y que tituló "Seminaristas jugando al fútbol".
Esta fotografía se publicó por vez primera en el desaparecido diario "Ya", de Madrid, tradicionalmente vinculado a la Iglesia Católica, dentro de un reportaje ilustrado con motivo de la Campaña del Día del Seminario, que se celebra el día 19 de marzo, festividad de San José.
Admirada en numerosas exposiciones nacionales e internacionales, ha sido profusamente divulgada por diversos medios de comunicación, y en su momento sorprendió más fuera que dentro de España. Es una de las pocas fotografías españolas que el Museo de Arte Moderno de Nueva York guarda en sus archivos, según explica Chema Conesa, Subdirector de Fotografía del Magazine de "El Mundo" y Comisario de la retrospectiva que se dedicó a Ramón Massats en 2004, bajo el título La Memoria construída.
Con esta fotografía, Ramón Massats gue galardonado con el Premio Nacional de Fotografía 2004.
Se ha sabido que el seminarista que protagonizó aquella acrobática "palomita" en el intento de detener el balón, y que a pesar de su esfuerzo no pudo impedir que acabara colándose en el fondo de la portería que defendía, era Lino Hernando, que por aquel entonces contaba con 21 años de edad. Con los años llegó a arcipreste, y actualmente ejerce como párroco en la iglesia Nuestra Señora de Covadonga, de Madrid. Y el seminarista que chutó el esférico, Mariano Enamorado, dejó la sotana, hizo fortuna con los negocios y conduce un "Mercedes".
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