miércoles, 6 de enero de 2016

UN JUGUETE DE LOS REYES MAGOS DEL QUE APENAS PUDE DISFRUTAR.


Esta imagen la tengo siempre presente en mi mente cuando se aproxima la festividad de los Reyes Magos.

Fue el   regalo que más me había ilusionado   aquel año, de entre  los que me habían traído los Magos de Oriente.  Era este carrito tirado por un caballo de cartón. Pasaba horas y horas , recorriendo el patio de mi casa con este ilusionante juguete, que  al finalizar el día, guardaba bajo cubierta, en la galería.

Sin embargo, pasados unos días no lo resguardé, y quedó en medio del patio toda la noche. 

Aquella noche hubo tormenta, y el agua  de la lluvia empapó el caballo de cartón y lo dejó inservible, doblegado en el  suelo, encima de la plataforma de madera con   ruedecitas,  por la que se movía.

Tuve un disgusto tremendo, del que jamás he conseguido borrar de mis recuerdos, hasta el punto de que, cada año, al aproximarse estas fechas,  reverdece en mi mente aquel triste episodio de mi tierna infancia.

4 comentarios:

  1. Que lástima, pero piensa en el momento de abrir el regalo y quédate con ese recuerdo de inmensa alegría, lo acontecido fue una lección de la vida, te enseño a que si quieres conservar algo que te importa, debes de cuidarlo y resguadecerlo de las inclemencias de la vida. Por eso sabes como cuidar los tuyos como lo haces.

    ResponderEliminar
  2. Cierto Carlos. De los errores en la vida, aprendemos, aunque a veces empecemos a aprender demasiado pronto. Lo importante es que luego, sirva para algo. Que "no caiga en saco roto".

    ResponderEliminar
  3. "bo es recordar per no oblidar" en els meus records hi ha la pilota de draps, vàrem habilitar un camp traient les pedres al costat de la llera del riu Congost, la pilota va anar a l'aigua i es va acabar el partit, el pròxim partit em precaució dúiem dues pilotas BON DIA

    ResponderEliminar
  4. Mentre hi haguessin pilotes, Josep, hi havia partit. Un bon plantejament.

    ResponderEliminar