viernes, 1 de noviembre de 2019

(2) CATORCE MESES NOS SEPARAN DE LA CELEBRACIÓN DEL AÑO DEL CENTENARIO DEL RUGBY EN ESPAÑA (1921-2021)

 Primer campo de rugby, a la otra margen del río Llobregat.
 Cruzando la pasarela sobre el río Llobregat, después de asistir a uno de los encuentros jugados.

 Uno de los primeros equipos  de la Unió Esportiva Santboiana. 

Como dijo en su día Lluis Sentís, presidente de la Federació Catalana de Rugby allá en la década de los años setenta del pasado siglo, si el rugby -- inglés de nacimiento -- por su origen puede simbolizarse en un pueblo y en una persona, es decir, el condado de Rugby y William  Webb Ellis, también en España puede hacerse lo propio, Sant Boi de Llobregat y Baldiri Aleu Torras, atendido que existe un evidente paralelismo  entre el proceso evolutivo  del rugby internacional y el que ha tenido lugar en España. Solamente la cronología nos separa.

En esta segunda aportación, me referiré a los inicios de la práctica del deporte oval en Sant Boi de Llobregat, cuando se jugaba en el campo situado a la otra margen del río Llobregat.

En los primeros días del naciente deporte en Sant Boi de Llobregat, se construyó un terreno de juego, en colaboración con jugadores y aficionados, al otro lado del río Llobregat, es decir, en su margen izquierda y en término municipal de Sant Joan Despí, donde se jugó hasta el año 1936.

Siempre que el nivel de las aguas del río Llobregat a su paso por Sant Boi lo permitía, eran los mismos jugadores que construían una pasarela formada por tablones que se les prestaba,  y que favorecía  la asistencia de muchísimos aficionados a presenciar los encuentros. En aquellos casos en que el caudal de las aguas  no permitía la colocación de aquella pasarela, los asistentes tenían que cruzarlo por el puente del ferrocarril, si bien muchos de ellos no se atrevían por los riegos que suponía.

En cierta ocasión, como contaba Joan Bisbal, una vez los jugadores habían colocado la pasarela, repentinamente bajó un considerable caudal de agua que se llevó río abajo todos los tablones, no siendo posible recuperarlos posteriormente. Para evitar que se repitiera aquella situación, en lo sucesivo ataban los tablones con cadenas unos con otros a una potente estaca. Aquella pasarela, como puede contemplarse en la imagen superior, estaba formada por ocho tramos de tablones de cuatro metros de longitud cada uno de ellos. Después de disputarse el partido, los propios  jugadores cuidaban con toda rapidez de quitar la pasarela antes de cambiarse de indumentaria.

En mi tercera  aportación, que será con fecha 1 de diciembre próximo, referiré la construcción del nuevo terreno de juego al finalizar la Guerra Civil española, en terrenos donde actualmente está ubicado el Parque de Automovilismo.

2 comentarios:

  1. coixí de fulles, abrigall de formigues
    els somnis
    al tronc de les paraules.
    són lluny de casa, massa lluny de mi.
    jrrof

    els anys no passan ans sino VOLEN i nosaltres amb ells. Bon cap de setmana Joan

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