domingo, 29 de diciembre de 2019

(4) A FALTA DE UN AÑO PARA LA CELEBRACIÓN DEL CENTENARIO DEL RUGBY EN ESPAÑA (1921 - 2021)

Michel Reynard Buisserin, uno de los más directos colaboradores que tuvo Baldiri Aleu, al introducir el rugby en Sant Boi y, consecuentemente, a España. Fue socio fundador, jugador y capitán del equipo.

Nacido en la población francesa de Arlés (Bouches de Rhonn) el 18 de mayo de 1890. practicó en su juventud el rugby , el fútbol y el atletismo en Montpellier. Estudió ingeniería y viajó a Londres, París y Barcelona. Fue combatiente en la Primera Guerra Mundial, y acabó residiendo en la capital catalana ejerciendo su profesión en la empresa Energía Eléctrica de Cataluña. En el año 1921 era secretario del consulado francés, y fue entonces cuando colaboró con Baldiri Aleu en la introducción del rugby a Sant Boi de Llobregat.

Vinculado desde sus inicios a la Unió Esportiva Santboiana, entidad pionera del rugby catalán y español, defendió desde siempre la práctica amateur del deporte, y así quedó perfectamente reflejado en los propios estatutos de la entidad, en los que se explicitaba que su objetivo, era la práctica y la difusión del deporte amateur, especialmente el rugby.

Precisamente por su vinculación con la recién naciente entidad, se trasladó a residir en Sant Boi de Llobregat, desarrollando una meritoria e importante actividad como jugador y capitán del equipo, llegando a ser considerado, según recoge el matutino barcelonés " La Vanguardia", en su edición del 17 de febrero de 1923, " sin duda el mejor jugador de rugby que poseemos en Cataluña". Por su conocimiento de varios idiomas, fue secretario de la naciente entidad, facilitando con ello las buenas relaciones internacionales de la Unió Esportiva Santboiana.

Estuvo totalmente integrado en la sociedad santboiana, formando parte, en el año 1925 de la comisión que impulsó la creación de la Biblioteca Popular, inaugurada en marzo del año siguiente.

En el año 1929 compaginaba la práctica del rugby en la Unió Esportiva Santboiana y en la Unió Esportiva Universitaria, figurando como mánager de la seleciión universitaria de Catalunya en marzo del mismo año, y seleccionador nacional dos meses después.

El 8 de octubre de 1929 debutó en el equipo de la U.S. de Sans, y cuando dejó la práctica del rugby como jugador, siguió estrechamente vinculado a este deporte como árbitro en partidos oficiales, época en que tuvo la desgracia de ser inhabilitado por la Federación Catalana de Rugby y, a pesar de levantarle la sanción, en junio de 1931, decidieron no nombrarle delegado para evitar susceptibilidades.

En el transcurso de la Guerra Civil española (1936-1939) formó parte del grupo de atletas  que el "Comité Català Pro Esport Català" dispuso para preparar físicamente a los alumnos de la Escuela Popular de Guerra. En los entrenamientos que cada mañana realizaban  en diferentes instalaciones militares, era uno de los entrenadores encargados de llevar a cabo los ejercicios.

Finalizada la contienda fraticida en 1939, se instaló a Toulouse, junto a su esposa Ana Ribera y su hija Pilar, participando activamente en la Resistencia contra los invasores nazis, encuadrado en las redes del Servicio de Seguridad Militar Francés y Trabajos Rurales (SSMF-TR), formando parte del grupo 117 que operaba, desde Tolouse, en el sur de Francia, España y Portugal, realizando trabajos de contraespionaje. En noviembre de 1942 pasó a la clandestinidad, continuando su comprometido trabajo, asumiendo los riesgos que corría custodiandopersonalmente, archivos y armamento, o bien elaborando documentación clandestina. El 3 de febrero de 1943 fue detenido, pero aún tuvo tiempo de hacer desaparecer la documentación que poseía y que podía comprometerle muy seriamente.

Permaneció en prisión casi un año, en primer lugar en Toulouse, donde sufrió toda clase de vejaciones y torturas, que a pesar de ello no consiguieron que delatase a sus colaboradores, y posteriormente fue trasladado a la prisión de Fresnes, y de allí a Compiegne, desde donde fue deportado a Buchewald el 24 de enero de 1944. En el campo nazi permaneció pocos días, atendido que su fallecimiento fue registrado diez días después, el día 4 de febrero.

Declarado " Mort pour la France", el gobierno francés concedió a Michel Reynard Buisserin, el título póstumo de la Cruz de Guerra con estrella roja. 

El Ajuntament de Sant Boi de Llobregat le dedicó, en su día, una calle que perpetúa su memoria.

1 comentario:

  1. "Bo es recordar per no oblidar" que el 2020 sigui benvolent amb la SALUT...Abraçades amic

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