sábado, 15 de noviembre de 2014

RECUERDOS DE MI INFANCIA : EL SALPÁS

Según la tradición, la sal humedecida con agua bendita, lanzada por el párroco  con una cuchara a la pared,  junto a la entrada de las casas,  protegía a sus moradores  de todos los males.   



Recuerdo que allá por los primeros años de la década de los cincuenta del pasado siglo XX, poco después de Semana Santa, el párroco de la iglesia de Sant Baldiri, de Sant Boi de Llobregat, mosén Lluis Triola i Esqueus, junto con dos monaguillos de la misma parroquia, pasaba por todas las casas del municipio para efectuar el salpás.

El salpás, desde hace años en desuso, era una tradición cristiana que consistía en la visita anual que realizaban los párrocos durante la Pascua por todas las casas de sus respectivas parroquias, para bendecirlas con agua y sal, y con ello, protegerlas de cualquier mal.

Con una cuchara  tiraba la  sal mojada con agua bendecida junto a la puerta principal de entrada de cada hogar, y la humedad permitía que la sal quedara pegada a la pared.

Esta tradición recuerda que Moisés, en el momento de la Pascua a Egipto, mandó pintar con sangre de cordero pascual los portales de las casas de los israelitas, para que el ángel exterminador pasara de largo sin detenerse a causar mal alguno.

domingo, 9 de noviembre de 2014

RECUERDOS DE MI INFANCIA : EL BARÇA, EL EQUIPO DE MIS PREFERENCIAS.

El C.F. Barcelona, que se proclamó Campeón de Liga en la temporada 1952 - 53 y que conquistó otros cuartro trofeos, erigiéndose en la historia de la entidad como " El Barça de les Cinc Copes". 
(Foto: Pérez de Rozas)

En mis primeros años de infancia, recuerdo que las niñas ocupaban sus ratos de ocio jugando con las muñecas, mientras que los niños jugábamos corriendo  sudorosos y sin descanso detrás de una pelota por las polvorientas calles sin asfaltar, llenas de baches, en mi caso en Sant Boi de Llobregat, o en  pedregosos descampados, que por allá en la década de los años cincuenta del pasado siglo XX los había en todos los lugares de los contornos del núcleo urbano del municipio. 

Uno de los lugares más frecuentados, y muy próximo a mi domicilio, era la actual plaça de Catalunya. Procurábamos  jugar en lugar distanciado  del torrente, conocido por Torrent d'en Roses ,  existente en las proximidades de la actual calle de Francesc Macià, porque el que chutaba la pelota y la enviaba al fondo de aquel torrente, tenía  la obligación  bajar a recuperarla, y entre su  vegetación predominaban los zarzales, que ocultaban madrigueras donde se ocultaban las abundantes ratas que merodeaban por aquellos bajos, convertido en un basurero,  donde el vecindario arrojaba sus deshechos y objetos inservibles.

Quincenalmente,  los sábados por la tarde venían unos frailes y nos reuníamos los niños de la zona del "Vinyets" y los del "Molí" en un descampado existente en aquel entonces en la parte posterior de otro descampado,  que actualmente ocupa el Mercat Municipal Sant Jordi, y los religiosos nos distribuían en dos equipos, al tiempo que ellos se repartían entre los dos bandos y jugábamos un partido de fútbol.  Traían un balón de cuero, que para nosotros era una delicia, atendido que jugábamos habitualmente con pelotas de goma, y pasábamos la tarde  corriendo y sudando detrás de aquel balón, recibiendo patadas y acabando la tarde con las rodillas ensangrentadas de las caídas en aquel pedregoso lugar, conocido actualmente por "Molí Vell", pero disfrutando lo indecible.

Esta arraigada pasión por el juego, conllevaba paralelamente nuestras preferencias hacia los equipos de fútbol, que en aquella época la mayoría de nosotros éramos del "Barça" y unos pocos del "Español". Sabíamos de memoria los nombres de todos sus jugadores, y los recitábamos como si de las tablas de multiplicar se tratara. Era la época gloriosa de Ramallets y de Kubala. Los que jugaban de portero decían ser Ramallets, y los que corríamos detrás de la pelota, éramos Kubala.

En la imágen de este post, una formación habitual  del C.F. Barcelona, que siempre he tenido en mente, formada por Ramallets (en la portería); Seguer, Biosca, Segarra ( en la defensa); Flotats, Bosch ( en la línea de medios), y en la delantera, Basora, César, Kubala, Moreno y Manchón, popularizada por Joan Manuel Serrat en una de sus canciones más conocidas.

¡Ay, tiempos aquellos, de una añorada infancia feliz !. ¡Cuántos de aquellos niños, compañeros de juego,  que en estos momentos rondarían o sobrepasarían los setenta años de edad, ya se me  han avanzado y no están entre nosotros !. Un emotivo  recuerdo para todos y cada uno de ellos.