sábado, 21 de enero de 2017

EN LA CELEBRACIÓN DE MI 72 ANIVERSARIO.

En este primer plano, con  mis dos hijos Jordi, David y de mi esposa Magdalena

 
 Mi hijo David, espectante.
 El pastel de aniversario, confeccionado como en años anteriores, por mi hermana Maria Alba.
Soplando las velas.

Este domingo hemos celebrado la fiesta de mi 72 aniversario, que tuvo lugar  el pasado jueves,  día 19 de este mes de enero.

Me han acompañado en este señalado día, mis hijos Jordi, David y mi esposa Magdalena, contando con la siempre  muy grata compañía de mi hermana María Alba, de mi cuñado Emili y de la compañera de mi hijo Jordi, Elisabeth y de su hija Nevaeh.

Ha resultado ser  una jornada muy agradable, disfrutando de las excelencias de una buena mesa y del calor y de la compañía de unas personas muy queridas  del entorno familiar.


miércoles, 4 de enero de 2017

PREMIADO CON "UNA PEPITA DE ORO", EN LA EPIFANÍA DEL SEÑOR DEL AÑO 2011.

Primera página del ensayo biográfico "Una Pepita de Oro", referido a  Sor María Josefa Recio Martín, Cofundadora de la Congregación de Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús.
 Publicidad de productos Borges, correspondiente al año 2010.
 En los días previos a la Navidad de 2010, compré una bolsa de nueces de California...
... y resulté premiado con esta "pepita de oro".

No pretendo, ni muchísimo menos en este espacio, publicitar los productos Borges ni espectar la posibilidad de conseguir, entre los lectores,  un premio como el que obtuve en los días previos a la Epifanía del Señor del año 2011.

La motivación de colgar en el día de hoy este post,  no es otro que recordar que se ha cumplido, en esta fecha,  seis años en que fui agraciado con una pepita de oro al romper la cáscara de una nuez de California del interior de una bolsa de 500 gramos de este producto.

En aquella época llevaba algunos años mayoritariamente dedicado al estudio de la vida y obra del Padre Benito Menni, restaurador de la Orden de San Juan de Dios en España (Barcelona, 1867), Portugal y México, y fundador, junto con las jóvenes granadinas María Josefa Recio Martín y Angustias Giménez Vera, de la Congregación de Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús. (Ciempozuelos (Madrid) 31 de mayo de 1881).

Como puede apreciarse en la primera de las imágenes que ilustran estas líneas, a la cofundadora Sor María Josefa Recio Martín se le atribuyó en el título de este ensayo biográfico,el cariñoso calificativo  de  "Una Pepita de Oro" en justo  reconocimiento a  sus muchísimas virtudes, entre ellas como testimonio de caridad heroica.

De ahí mi natural  ilusión de poseer esta " pepita de oro", que guardo cuidadosamente en el interior de un artístico y diminuto baul de hueso en un espacio preferente  de mi librería, junto a las imágenes de San Benito Menni y de San Juan de Dios, entre otros objetos relacionados con la Orden de San Juan de Dios y la Congregación de Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús.

lunes, 2 de enero de 2017

CUANDO EN LA ESCUELA ADEMÁS DE INSTRUIR, SE EDUCABA.

 Mi padre, Emili Vendrell, cuando empezó a ir al colegio.
 Modelo de libreta, donde anotaban la letra de  algunas  canciones.

La primera anotación en la libreta,  en el primer dia de clase del curso escolar 1927 - 28

De unos años a esta parte, escuchamos comentarios referidos a la mala educación que, en términos generales, adolecen algunos alumnos, haciendo responsables de ello a la escuela, mientras otros  sostienen que la escuela es para instruir, y que son precisamente  los padres los que tienen  el deber de educar a sus hijos.

Antiguamente, en la escuela se instruía y se educaba a los alumnos, al tiempo de que también los padres cuidaban de enseñar modales y comportamientos a sus hijos,  y los rectificaban cuando observaban que infringían alguna de las reglas de la buena conducta. 

LLAGOSTERA

Mi padre nació en Llagostera, en la provincia de Girona. El otro día, repasando los libros y los cuadernos de los pocos años en que acudió a la escuela de aquel municipio, que por aquel entonces apenas superaba los cuatro mil habitantes, llamó especialmente  mi atención el contenido de la primera página de una de las libretas correspondiente al curso escolar 1927 -28, en que se  pone de manifiesto que, en el primer día de clase, lo primero que hicieron fue anotar las  ocho reglas que debían de cumplir, y que reproduzco a continuación:

"Curso de 1927 - 1928

Primer día de clase 

Cada uno de los niños promete formalmente cumplir todos y cada uno de los preceptos siguientes.

1. Asistir a la clase todos los días y con puntualidad rigurosísima.

2. Cuidad siempre de la limpieza constante de cuerpo y vestido.

3. Tener los cajones ordenados y cubiertas en todos los libros y cuadernos. 

4. Respetar y amar a todos los maestros y condiscípulos. 

5. Atender y cumplir siempre en todo lo referente a su educación. Única manera de que le sea provechosa su vida escolar. 

6. Procurar con su comportamiento en la escuela, en su casa, en la calle, en los locales públicos y en todas partes: poner a la escuela a un nivel elevado.

7. Respetar a todos y de un modo especial a las personas que ocupen lugares de representación, a los viejos y a los pobres.

8. Respetar y proteger a los animales y a las plantas ". 


Como complemento, entre los libros escolares, tenían uno titulado: "Urbanidad en verso". 


Ciertamente, una muy provechosa lección, en el primer día de clase. Una lástima que hoy en día no se prodiguen estas enseñanzas en las escuelas, y lamentablemente, en la mayoría de los hogares. Así suben  los jóvenes de hoy día, salvando, naturalmente, las excepciones, que son precisamente las que confirman la regla.