miércoles, 27 de marzo de 2013

UN DOMINGO DE RAMOS EN MIS PRIMEROS AÑOS DE VIDA.

Sujetando con dificultad la  palma,  después de la bendición en la Parroquia de Sant Baldiri, de Sant Boi de Llobregat, un Domingo de Ramos de mis primeros años de vida. (Foto: Andreu)


El  Domingo de Ramos se conmemora la entrada mesiánica  de Jesús de Nazaret en Jerusalén, para dar comienzo de esta manera, a su pasión y muerte en la cruz, e iniciándose de esta manera la Semana Santa.

En el transcurso de la Eucaristía  que se celebra, el sacerdote bendice las palmas, ramos de olivo y de laurel que los fieles llevan en sus manos, y una vez bendecidos se inicia una procesión que forma parte de la liturgia del Domingo de Ramos, que rememora la entrada triunfal del Señor en la ciudad de Jerusalén, en medio de una inmensa multitud que lo aclamaba como Hijo de Dios.

COLGADOS EN VENTANAS Y BALCONES.

Recuerdo perfectamente que durante mi niñez, cada año acudía con mis padres a bendecir la palma en la Parroquia de Sant Baldiri, de Sant Boi de Llobregat, municipio de nuestra residencia. Aquel día era costumbre que los niños y las niñas  estrenaran  zapatos, calcetines y alguna que otra pieza de ropa,  propia de la estación primaveral.

De regreso a casa, lo primero que se hacía era colgar la palma o los ramos de olivo y de laurel bendecidos, en ventanas o balcones situados en las fachadas de los edificios, y allí permanecían hasta que eran sustituídos por los del  año siguiente  , porque  existía  una antigua  creencia que aseguraba que de esta manera se     protegía a sus moradores  de los  espíritus malignos.

martes, 19 de marzo de 2013

RECORDANDO AQUELLOS EMOTIVOS ACTOS DE HOMENAJE A LA VEJEZ

En la imagen superior, las autoridades del municipio de Sant Boi de Llobregat, con el alcalde José Milá Gelabert en el centro, encabezando la comitiva en la entrada del Ateneu Santboià. En la central, ancianos homenajeados, acompañados de familiares, a la salida de la celebración de la Eucaristía, en la iglesia parroquial de Sant Baldiri, ( año 1967) y en la inferior, un momento del desayuno con que eran obsequiados en la pista de baile del Ateneu Santboià. (año 1969).

La pérdida de valores humanos en la sociedad que nos toca vivir en los momentos actuales, es un hecho que no admite la más mínima clase de dudas. El respeto hacia las demás personas ha dejado de ser una virtud en desuso que solamente  practican quienes entrados en años, guardan todavía en el recuerdo  aquellos libros de texto que en las escuelas enseñaban urbanidad y educación, y que  las familias reforzaban en los hogares.  También los hay, entre la juventud de nuestros días, que evidencian muestras de buena educación y respeto hacia los demás, si bien son minoría , y que representan las excepciones que confirman la regla de la  triste realidad de nuestros días.

Quienes formamos la generación de la posguerra, recordamos aquellos emotivos  actos de homenaje a la vejez que los ayuntamientos de cada municipio celebraban anualmente. En Sant Boi de Llobregat existía el Patronato de Homenaje a la Vejez, y cada año dedicaba una determinada fecha para rendir homenaje a las personas ancianas del municipio.

Los ancianos homenajeados, acompañados de sus familiares, se concentraban en la iglesia parroquial de Sant Baldiri para asistir a la Eucaristía, y finalizado  el acto religioso se dirigían  al Ateneu Santboià, en comitiva encabezada por el alcalde y demás miembros del Consistorio y demás autoridades locales, seguidos de una banda de música que amenizaba la festividad del acto, y a continuación los ancianos homenajeados acompañados de sus familiares. Al llegar a la pista de baile del Ateneu Santboià eran acomodados en las mesas dispuestas para serles servido un desayuno, recibiendo el merecido reconocimiento en los parlamentos del alcalde y del presidente del Patronato, y recibiendo, antes de finalizar el acto, un obsequio en metálico por parte de la organización, es decir, del Patronato  de Homenaje a la Vejez.

Las personas mayores del municipio esperaban con mucha ilusión la llegada de aquella fecha, en que se sentían correspondidos por la larga trayectoria de amor, trabajo  y sacrificio con que habían superado los difíciles y calamitosos años de la posguerra en la crianza de sus respectivos hijos y en la estabilización de su situación familiar.

lunes, 11 de marzo de 2013

SAN JOSÉ ORIOL PASABA TEMPORADAS VERANIEGAS EN LA MASÍA " CAL FUENTES", DE GAVÁ ( SIGLO XVII)

En la imagen superior, detalle del año de una ampliación o reforma            posterior en la  masía "Cal Fuentes". En la central, lamentable estado de abandono que ofrecía el entorno de la casa (4 noviembre 1969) y en la inferior, aspecto que presentaba después de retirar los escombros y sanear aquel espacio ( finales de 1969).
Fotos: Joan Vendrell Campmany.

En mi etapa de corresponsal de prensa para "Diario de Barcelona", denuncié el lamentable estado de abandono del entorno de la masía "Cal Fuentes", situada en el núcleo urbano del municipio de Gavá (Barcelona), en la céntrica calle de Sant Pere, entre las calles de Sant Nicasi y Sant Joan, a raíz de unos vertidos incontrolados de escombros. La noticia se publicó en el referido periódico, con imagen incluída, en la edición del día 4 de noviembre de 1969, y poco después, a finales del mismo año, se procedió a la limpieza y saneamiento de aquel entorno.

A raíz de efectuar aquel trabajo, tuve ocasión de hablar con los moradores de aquella casa, gente muy sencilla, que me explicaron que en aquella masía, -- por lo que habían oído contar -- había pasado algunas temporadas veraniegas un sacerdote barcelonés que años después de su fallecimiento sería elevado a los altares y venerado como San José Oriol.(1)

Esta circunstancia no pude contrastarla a pesar de mis intentos, por lo que en ningún momento hice referencia de ello.

Sin embargo hace unos días, de manera casual, encontré una referencia que recogía este hecho, y dada la seriedad y el prestigio del autor de esta aportación, la considero suficientemente fiable y en consecuencia me sumo a su aportación para mayor conocimiento, si cabe. (2)

(1) San José Oriol fue un sacerdote catalán (Barcelona, 23 de noviembre 1650 - Barcelona, 23 de marzo de 1702),  que dedicó su vida a los pobres. Fue beatificado por Pío VII el 5 de septiembre de 1806, y canonizado el 20 de mayo de 1909 por Pío X. Su fiesta onomástica se celebra el día 23 de marzo, fecha de su fallecimiento.

(2) Campmany i Guillot, Josep. "Recull de folclore gavanenc". Gavá. 1998.