domingo, 27 de septiembre de 2015

CUANDO ERA COSTUMBRE COMPRAR UN BANDERÍN DE LOS LUGARES QUE SE VISITABA ( ÚLTIMOS AÑOS DÉCADA 1950 Y PRIMEROS DEL 1960)

     Banderín del municipio de San Baudilio de Llobregat, del año 1960.


Hubo en tiempo, entre los últimos años de la década de los  50 y primeros de los 60 del siglo pasado, que se caracterizó, entre otros muchos aspectos, por la confección  de banderines que algunos establecimientos de los  municipios y ciudades ofrecían a la venta a los visitantes, como "souvenir" o recuerdo de su estancia  o paso por aquella localidad.

Esta costumbre arraigó de inmediato, y no tardó en convertirse en objeto de regalo a las personas amigas o más próximas del entorno familiar, al regreso de una excursión o estancia en determinados lugares de la geografía hispana, al tiempo que pasaría a ser una nueva aportación al coleccionismo especializado.

Recuerdo perfectamente que, por aquella época, acostumbraba a comprar un banderín de los lugares que visitaba, llegando a decorar un amplio  tramo de pared de mi habitación con estos banderines, que agrupaba por provincias, a nivel de Catalunya.

Con el paso del tiempo, como  suele ocurrir  en tantas otras cosas,  aquella tendencia o  costumbre fue cayendo en desuso, y de los  numerosos banderines  que llegué a conseguir a lo largo de aquellos años sólo conservo, en estos momentos, el que ilustra estas líneas y el que colgué en el post de fecha 25 de julio pasado, referido al XXIII aplec a la ermita de Sant Ramón Nonat, del año 1959, pero de todos modos suficientes para recordar, con nostalgia,  aquella parcela de los  felices años de mi lejana adolescencia.

lunes, 14 de septiembre de 2015

LA VUELTA AL "COLE".

 En el jardín de mi casa, en Sant Boi de Llobregat, dispuesto a emprender el camino a la escuela de l'Ateneu Santboià,  para iniciar un nuevo curso escolar. (Setiembre de 1952)
En las calles de los municipios y ciudades de Catalunya había, a primeras horas de esta mañana, un bullicio  de niños y niñas, jóvenes y adolescentes, acompañados los más pequeños mayoritariamente por sus pacientes, sufridos y nunca bien ponderados abuelos, dirigiéndose a sus respectivos centros escolares, para iniciar el nuevo curso escolar 2015 - 2016 después del largo paréntesis de las vacaciones de verano.


Esta imagen ha reverdecido en mi,   recuerdos de  aquellos lejanos tiempos de la  infancia, cuando en los últimos días de verano o primeros de otoño, según el calendario, me incorporaba también a la escuela. 


Recuerdo que para mi era una pesadilla  la vuelta al "cole" después del descanso veraniego, y de ahí que entienda y comprenda lo que pueden sentir y experimentar cada año en estas fechas, la mayoría de los alumnos cuando han de coger de nuevo  los bártulos camino a la escuela, con el aliciente, esto sí, de volverse a reencontrar con los  buenos amigos a quienes no veían  desde el pasado mes de junio.