miércoles, 2 de noviembre de 2016

EL PÚGIL JOSÉ FERRER, MI TIO PEPE.


El púgil José Ferrer Navarro, fue Campeón de España en la categoría  de los Pesos Medios,  en la década de los años 40 del siglo pasado.


El púgil José Ferrer Navarro fue mi tío Pepe por la sencilla razón de que contrajo matrimonio con mi tía y madrina Montserrat, hermana pequeña de las mellizas Pepita -- mi madre -- y María. 

Nació en el distrito quinto de Barcelona, hijo del matrimonio levantino formado por Enrique y Salvadora. Tuvo catorce hermanos.

Sus comienzos en el mundo del boxeo  estuvieron presididos por la más inabsolvente necesidad, hasta el punto de llegar a pedir limosna con su madre en el  Passeig de Gràcia,  de Barcelona. De ahí que se fijara en el pugilismo como una posible  alternativa para sacar a su familia del atolladero.

A los 14 años celebró su primer combate, enfrentándose a un tal Céspedes, en la Categoría de Aficionados, iniciando su andadura  en el año 1932 y finalizándolo en 1949, combatiendo en 385 ocasiones.

En la década de los años 40 del siglo pasado, en España habían muy buenos pugilistas, y si bien él no se consideraba  muy técnico en esta disciplina, se amparaba en la trompada, especialmente con la zurda, llegando a ser Campeón de España en la categoría de los Pesos Medios. 

En el año 1942, en plena Guerra Mundial, libró el más importante de sus combates en el Palacio de los Deportes de París, contra el mítico Marcel Cerdán, que en 1948 se proclamaría Campeón del Mundo,  perdiendo en el primer "round". El desquite tuvo lugar en Barcelona, en el  coso taurino de la Monumental. En esta revancha aguantó hasta el cuarto "round", sin embargo al finalizar el combate, Marcel Cerdán declaró a la prensa que en esta segunda pelea con el catalán Ferrer, este le había mamporreado con el golpe más sólido que jamás le habían atizado hasta aquel momento.

Fruto de su matrimonio con Montserrat Campmany Pagés, tuvo dos hijas gemelas, Lidia y Montserrat.En el transcurso de la celebración nupcial, y en el momento de servirse los postres, corrió  en aquellos salones  como pólvora,  la noticia que de Manuel Laureano Rodríguez Sánchez, más conocido como Manolete, acababa de fallecer en la plaza de toros de Linares (Jaen) a consecuencia de una profunda cornada que le había atestado el miura Islero. Era el 29 de agosto de 1947.

José Ferrer era muy conocido y querido  en la populosa barriada barcelonesa  de Sants, donde su esposa regentaba un establecimiento de pesca salada en la calle de Sant Medir. 

viernes, 7 de octubre de 2016

RECUERDOS DE AYER: LA MERIENDA DE NUESTRA INFANCIA.( AÑOS 40 y 50 DEL SIGLO PASADO)

 Pan de payés, de harina de trigo,  elaborado artesanalmente y cocido en horno con leña  de pino.
 Las sabrosas rebanadas de pan de payés, que durante una semana permanecían tiernas como el primer día.
 Las tabletas de chocolate para acompañar el pan. Las había de varias marcas.
Las rebanadas de pan de payes. A la izquierda de la imagen, con vino y azúcar, y a la derecha, con aceite y azúcar.



¡Ay aquellos viejos tiempos de mi infancia !. Era en la década de los años 40 y 50 del siglo pasado. Los niños y niñas de aquella época éramos inocentes y felices, ajenos a las penurias  que tenían que afrontar la mayoría de nuestros padres después de los difíciles años de la postguerra, que con largas jornadas de  trabajo en el campo, en la fábrica o en otros  menesteres, y sin olvidar las mujeres la añadida labor hogareña, veían crecer a sus respectivos  hijos que  para ellos suponía  la recompensa a los muchos esfuerzos realizados.

Y en el contexto de estas situaciones, recuerdo como si fuera ayer, la esperada hora de salida de la escuela por la tarde, en que íbamos a casa para dejar la cartera con el material escolar y salir de estampida hacia la calle, no sin antes proveernos de la correspondiente merienda.

¿ En qué consistía la merienda?. La base era siempre la misma : el pan. El pan era de payés, que se elaboraba con harina de trigo y de forma artesanal, cocido en hornos con leña de pino. Se cortaba en rebanadas, y un día lo comía acompañado de una pieza de chocolate. Las había de varias marcas: Ametller, Juncosa, Oller, Sultana, Batanga, etc. Si se compraba la pastilla entera, en su interior había un cromo, que coleccionaba cambiándonos los repetidos  entre nosotros.  Las tiendas también vendían chocolate suelta.

Para variar, otro día me daban la rebanada de  pan regado  con vino tinto directo del porrón y un poco de azúcar en su parte superior, y otro día, la rebanada de pan con aciete directo de la aceitera y también un poco de azúcar por encima. Por supuesto que las rebanadas de pan no estaban tan generosamente inundadas ni con vino ni con aceite como figuran en  las imágenes que ilustran estas líneas.

La merienda la devoraba en un instante, y seguidamente acudía al descampado, donde discurría el Torrent d'en Roses,  de lo que hoy en día es la Plaça de Catalunya, a pocos metros de casa, en Sant Boi de Llobregat, y allí en aquel espacio jugaba con la chiquillada del barrio a juegos diversos, incluso en ocasiones habíamos entablado nuestras  "batallas" tirándonos mútuamente piedras contra la chiquillada del "Molí",(actual Molí Vell) otro grupo que se agrupaba a unos trescientos metros más abajo, en dirección a la carretera C-245 por detrás de lo que hoy en día es el Mercat  municipal Sant Jordi. 

Y cuando anochecía, sudorosos, jadeantes  y sucios de polvo, cada cual regresaba a sus respectivas casas, donde las pacientes y  bondadosas madres cuidaban de limpiar con agua depositaba en baldes. En las casas no habían las comodidades de los aseos de nuestros días. Y después de la cena nos mandaban a la cama a dormir, que al día siguiente había que madrugar para ir de nuevo a la escuela con el nuevo día.  

viernes, 23 de septiembre de 2016

( 3 ) HISTORIAS DE LA RADIO: PEPE IGLESIAS " EL ZORRO"


 José Ángel Iglesias Sánchez
Conocido artísticamente como Pepe Iglesias "El Zorro".


José Ángel Iglesias Sánchez (Buenos Aires,(Argentina), 11 de febrero de 1915 - Santiago de Chile (Chile), 4 de marzo de 1991), conocido artísticamente  como Pepe Iglesias "El Zorro", fue un  humorista que, si bien desarrolló gran parte de su carrera en su Argentina natal, también estuvo establecido temporalmente en Chile y en España.


En España se instaló el día 2 de mayo de 1952, y poco después debutó en Radio Madrid, de la Cadena SER.

Años más tarde participó en el cine español, en la película " ¡Che, qué loco !", de Ramón Torrado, junto a Pepe Isbert y Emma Penella.

Poco después, fichado por la Cadena SER, se convirtió en una de las estrellas radiofónicas más cotizadas en España. Dotado de una asombrosa capacidad para interpretar veinte voces distintas atribuídas  a diferentes personajes, como Don Tapadera y el Finado Fernández, que fue uno de los más populares, todos ellos conviviendo en un imaginario "Hotel la Sola Cama" ( donde hay bronca toda la semana).

Asimismo ejecutaba melodías con un silbido extraordinariamente brillante. Con el apodo "El Zorro", Iglesias pasó a ser uno de los cómicos por excelencia en la España de los años 50 el siglo pasado.

 Empezaba el programa anunciando " Yo soy el Zorro, Zorro, Zorrito, para mayores y pequeñitos, yo soy el Zorro señoras, señores, de mil amores, voy a empezar", y a la que seguía  una de sus características melodías silbadas.

En el año 1954 le fue concedido el Premio Ondas.

Con la llegada de la televisión en España, probó suerte en el nuevo medio audivisual (Gran Parada) . Sin embargo su forma de hacer reir a la gente, eminentemente linguística, no consiguió superar la adaptación a los nuevos tiempos, por lo que, en el año 1964 regresó a Argentina.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

( 2 ) HISTORIAS DE LA RADIO: " MATILDE, PERICO Y PERIQUÍN " ( 1955 - 1971 )


 Matilde Conesa , en el papel de "Matilde".
 Pedro Pablo Ayuso, que interpretaba "Perico".
Matilde Vilariño, que dió vida con su voz a "Periquín".



Este programa empezó a emitirse el 30 de marzo de 1955 por la cadena SER,  con guiones de Eduardo Vázquez, y  tuvo un considerable impacto en la audiencia, manteniéndose en las ondas durante 16 años, hasta el repentino   fallecimiento  de Pedro Pablo Ayuso (1),   que interpretaba el personaje de "Perico" , y que, en tono de comedia costumbrista, narraba, en episodios diarios de entre diez y quince minutos, la vida cotidiana de una familia típica española, formada por el padre ( "Perico"), la madre ("Matilde") y el hijo ("Periquín"), un niño de 5 años de edad que asistía a la escuela de doña Pepa Cifuentes.

Al atardecer, hacia el crepúsculo, poco antes de la cena, la familia se pegaba literalmente  al receptor radiofónico para escuchar aquel programa familiar, que tanto éxito tuvo en aquellos años 50 y 60 del siglo pasado en España, y que siempre terminaba con don " Perico" , es decir, el papá de "Periquín", llamando con ironía, que escondía sus verdaderas intenciones, al niño,  : " Periquín" guapo, ven aquí... ", porque toda la trama de este serial consistía en describirnos las travesuras que,  día a día,  cometía el pequeño "Periquín".

(1) El 8 de octubre de 1971, después de salir de su trabajo, sufrió un infarto en el sofá de su casa que le causó la muerte a los 54 años de edad.

domingo, 18 de septiembre de 2016

( 1 ) HISTORIAS DE LA RADIO: EL CONSULTORIO DE ELENA FRANCIS ( 1947 - 1984)

 El Consultorio de Elena Francis se mantuvo en antena durante 37 años.
 El programa tuvo siempre numerosa audiencia entre las oyentes de todas las edades.
Una de las cartas dirigidas al Consultorio de Elena Francis.



La historia de la radio, en España,  está repleta de emisiones y programas que en su día cautivaron a miles y miles de oyentes, de todas las edades y sin distinción de sexos, especialmente cuando sólo se disponía este medio radiofónico.

Uno de los programas que tuvo una numerosa audiencia a lo largo de los 37 años que estuvo en antena, fue el Consultorio de Elena Francis, que se emitió entre los años 1947 y 1984.

Este espacio radiofónico estaba dirigido mayoritariamente al público femenino y tenía una duración de 30 minutos, que se estructuraba en la correspondencia que se dirigía a una supuesta experta, Elena Francis, que contestaba las consultas que le eran planteadas, que se concretaban  desde temas estrictamente domésticos, como cocina o  jardinería, hasta la salud, belleza, problemas sentimentales e incluso psicológicos.

Surgió este programa en la década de los años cuarenta del siglo pasado, en un momento de renovación de los contenidos de los espacios radiofónicos en España. La idea del consultorio la aportó Francisca Bes, perteneciente a una familia con intereses en el negocio de la cosmética, y de esta manera empezó sus emisiones a través de Radio Barcelona en 1947 hasta 1966. A parir de aquella fecha se emitiría por Radio Peninsular y por Radio Intercontinental, hasta el 31 de enero de 1984,que dejó de emitirse  a causa del descenso de los índices de audiencia.

Desde los inicios, las respuestas a las consultas -- unas siete en cada emisión diaria -- eran redactadas por un equipo de guionistas, si bien esta labor quedó asignada en exclusiva al periodista Juan Soto Viñolo desde 1966.

Los locutores que prestaron su voz a Elena Francis, fue María Garriga la primera de ellas, siendo posteriormente sustituida por Rosario Caballé, si bien la más popular y longeva en el personaje fue Maruja Fernández.

El programa causó un auténtico fenómeno sociológico  durante décadas en España, hasta el punto de que en 1982 Gerard Imbert publicó el libro "Elena Francis, un consultorio para la transición", en el que desvelaba la inexistencia del personaje, causando una gran conmoción en una sociedad española,  todavía ingénua ante algunos artificios en los medios de comunicación, y que por espacio de más de tres décadas creyó convencidamente  en la existencia real de Elena Francis.

LAS CARTAS DEL CONSULTORIO, EN EL ARXIU COMARCAL DEL BAIX LLOBREGAT.

No deja de resultar curioso el hecho de que, las cartas recibidas con sus correspondientes respuestas, fueran halladas en la masía Can Tirell, propiedad de la familia Fradera, en Cornellá de Llobregat, cuando técnicos del Ayuntamiento  de aquella ciudad visitaron el edificio para rehabilitarlo y destinarlo a equipamiento municipal.

La masía desocupada por la familia Fradera desde hacía décadas, fue adquirida por los promotores de la urbanización de la zona, y la cedieron al Ayuntamiento de Cornellá de Llobregat.

Las cartas estaban en un pésimo estado de conservación, y después de un tratamiento de desinfección y desinsectación a que fueron sometidas, en marzo de 2007 fueron despositadas al  Arxiu Comarcal del Baix Llobregat, en Sant Feliu de Llobregat. Se han conservado parte de ellas -- unas 70.000 -- comprendidas entre los años 1951 y 1972,y también se han conservado algunos guiones.

El cantautor Joan Manuel Serrat hace referencia en dos de sus canciones: Temps era temps (àlbum Tal com raja, Ariola 1980), y Carta pòstuma a Helena Francis (àlbum Fa 20 anys que tinc 20 anys, Ariola 1984).    

jueves, 8 de septiembre de 2016

YO ESTUVE ALLÍ, AQUEL 11 DE SETEMBRE DE 1976.

 En principio, el acto tenía que celebrarse en el Parc de la Ciutadella de Barcelona, pero en el último momento  se consiguió que fuera  autorizado en Sant Boi de Llobregat, donde descansan los restos mortales de Rafael Casanova.
 Aspecto parcial de la Plaça de Catalunya, de Sant Boi de Llobregat, durante la celebración del acto de la Diada Nacional de Catalunya, en el año 1976.
Cartel de los actos conmemorativos del 40 aniversario de aquella histórica efeméride.


(Clicando encima de las imágenes, podrán visualizarlas aumentadas de tamaño)


Este año se conmemora el 40 aniversario de la celebración de la primera Diada (1976) conmemorativa del "11 de Setembre" después de la muerte del dictador Francisco Franco, y que en Sant Boi de Llobregat tuvo una muy especial relevancia.

La celebración se había convertido en un tira y afloja entre el Gobierno y las organizaciones políticas y sociales. Alfonso Sánchez-Terán Hernández, perteneciente a Unión de Centro Democrático, que había sido designado Gobernador Civil de la Provincia de Barcelona aquel mismo año de 1976, en sustitución de Rodolfo Martín Villa, la había prohibido cinco días antes de su celebración, pero finalmente pudo celebrarse en Sant Boi de Llobregat, donde reposan los restos de Rafael Casanova en el interior de la iglesia parroquial de Sant Baldiri.

La Plaça de Catalunya resultó insuficiente para dar cabida a las cerca de 100.000 personas que, procedentes de distintos lugares de Catalunya, se desplazaron a Sant Boi, llegando por ferrocarril o por carretera, debiendo de abandonar en este último caso sus vehiculos en lugares muy distantes del lugar de la celebración, por falta de espacios suficientes.

En el transcurso de aquel mutitudinario acto tomaron la palabra Jordi Carbonell (Assamblea de Catalunya), Miquel Roca i Junyent ( Consell de Forces Polítiques) y Octavio Saltor ( Lliga).Al finalizar el acto, la Coral Sant Jordi cantó "Els Segadors" -- Himno Nacional de Catalunya -- bajo la dirección del   maestro Oriol Martorell.

La jornada se desarrolló  pacíficamente, si bien en puntos estratégicos del interior de la población se había apostado un espectacular despliegue de las fuerzas de Orden Público, que al término del acto protagonizaron alguna que otra carrera.

Aquel día tuve el privilegio de ser invitado, junto a un reducido número de personas,  a presenciar el acto en la terraza de la vivienda de la viuda de Ramón Más Campderrós, en la misma Plaça de Catalunya, lejos de aquel " 11 de setembre de 1964", en que se celebraba el 250 aniversario de aquel fatídico año de 1714,  en que tuvo lugar la última defensa de la ciudad de Barcelona ante las tropas borbónicas, después de 14  interminables meses de asedio, que en la Ciudad Condal  se practicaron algunas detenciones,  que les fueron impuestas fuertes multas, y a mi me detuvieron por permanecer por espacio de cerca de una hora, de pie, rindiendo homenaje ante la tumba de Rafael Casanova, a la salida de la iglesia parroquial de Sant Baldiri, en San Boi de Llobregat, donde había acudido en solitario, desafiando la presencia del dispositivo de Orden Público que cada año, por aquella fecha, ocupaban la plaza para impedir el acceso al interior del templo. En los años sucesivos tuve que pagar un alto precio por aquella decisión que la bisoñez de mis 19 años, me llevaron a apostar que " per collons, els meus". Nunca me he arrepentido de aquello. Nunca he sido de los que se esconden en las cloacas en los momentos delicados. Lo saben sobradamente quienes me conocen, aunque sea superficialmente.

jueves, 30 de junio de 2016

DESMONTANDO LA HISTORIA DE ENRIQUETA MARTÍ, LA VAMPIRA DEL RAVAL.

 Enriqueta Martí i Ripollès.
º
La niña de 5 años, Teresita Guitart, liberada después de ser secuestrada por Enriqueta Martí.


Hace muchísimos años, en mi adolescencia,  me sorprendió ya por aquel entonces,  la lectura de  las atrocidades atribuídas a Enriqueta Martí, conocida popularmente como la "Vampira del carrer de Ponent", la " Vampira del Raval" o la "Vampira de Barcelona". Una vida desordenada salpicada con el  secuestro y asesinato de niños y niñas y un largo etcétera con que el morbo estaba servido.

ENRIQUETA MARTÍ I RIPOLLÈS

Nacida en Sant Feliu de Llobregat, en 1868, de jovencita se trasladó a Barcelona, donde empezó a trabajar como sirvienta. Sin embargo, no tardó en dedicarse a la prostitución, en burdeles, en el puerto de Barcelona o en el Portal de Santa Madrona.

El 5 de enero de 1895 se casó con el artista pintor Joan Pujaló, si bien el matrimonio fracasó, según su esposo,  por la tendencia de Enriqueta hacia los hombres, por su carácter extraño, sus continuas mentidas y sus visitas en casas de mala vida. Considerada como la asesina en serie de niños y niñas más peligrosa de la historia, resulta que no ha quedado probado, en los últimos años, que matara a ningún niño. En su época, eran frecuentes las desapariciones de niños y niñas, y la figura de Enriqueta Martí era el puzzle  que encajaba perfectamente en tales circunstancias. Falleció de cáncer de útero en Barcelona, el 12 de mayo de 1913.

DESMONTANDO LA LEYENDA QUE NO FUE.

En estos últimos años, la historiadora Elsa Plaza, autora del libro "Desmontando el caso de la vampira del Raval", y un ensayo el periodista Jordi Corominas, han puesto los puntos sobre las íes en lo referido a la leyenda negra cebada en torno a Enriqueta Martí.

Reproduzco seguidamente el ensayo del periodista Jordi Corominas:

"La primera vez que el escritor Jordi Corominas leyó una reseña sobre la tremebunda historia de Enriqueta Martí i Ripollés, nacida en 1868 -- bautizada después " la vampira del raval" -- también creyó en su leyenda negra. ¿Por qué tendría que dudar del relato oficial?.

Así quedó registrada en su memoria: "Nacida en Sant Feliu de Llobregat, fue a Barcelona y amó el pluriempleo. Sirvienta, probable prostituta, curandera, proxeneta, secuestradora, mendiga, lavandera, modista, madre sin hijos, progenitora huérfana, amiga de los ricos, princesa de los pobres, vampira por mitología y asesina en serie por caprochos de la propaganda". ¿Quién da más? se pregunta el escritor.

Teóricamente -- sobre el papel y en connivencia con el relato de las autoridades -- Enriqueta Martí habría sido un verdadero monstruo. Todo habría empezado por el secuestro en 1912 -- eso sí fue cierto -- de una niña de cinco años. Teresa Guitart.

Diecisiete días después la criatura aparecería con el pelo rapado y vestida con andrajos en su piso de la calle Poniente donde -- contaban las crónicas -- se encontrarían espeluznantes hallazgos: huesos, restos de sangre, extraños utensilios...

Se suponía que Enriqueta secuestraba niños y utilizaba sus flujos corporales para elaborar ungüentos que vendía a burgueses -- a la salida del Liceo -- o aristócratas -- más arriba de la Diagonal -- con la promesa de "la eterna juventud". ¿Se les ocurre algo más espeluznante?.

"Yo elaboraba artículos de crónica negra -- explica Jordi Corominas a La Vanguardia -- intentando buscar alguna rendija por la que comprender la vida de asesinos y víctimas". Hizo lo mismo en Radio Barcelona. Barajando información sobre crímenes locales siempre chocaba con el nombre de Enriqueta Martí. "Un día, habiendo aceptado ya la versión mentidosa, decidí meterme de lleno, bucear, en la hemeroteca. Precisamente, la de La Vanguardia". Y entendió por qué muchos cronistas  miraban solamente la información escabrosa que se  publicó  los primeros días prescindiendo de realizar un posterior seguimiento riguroso.

"Enriqueta no era una asesina sino más bien paradigma de una Barcelona pobre y desesperada que era la que no acostumbraba a salir en los medios".  A Corominas le fascina, de Enriqueta, que no deja de ser una víctima de una ciudad donde no se aplica ningún tipo de piedad, no se contextualiza, y donde la miseria era el factor común" por mucho que nos hayamos quedado con la narración del Modernismo oficial o con el esplendor de la burguesía de entonces".

La curiosidad de Jordi Corominas i Julián, sin embargo, iba más allá. Tras el impacto incial, cotejó artículos como el publicado por Pedro Costa en El País. Empezó a investigar y, tras muchas horas de trabajo, llegó a la conclusión de que la historia de la Vampira del Raval no había sido más que el producto de una maquinaria periodística a favor del morbo y la truculencia. repasó notas y archivos, leyendo crónicas de la época en La Vanguardia y ABC y confirmó que " muchos de quienes volvieron  a explicar el caso se limitaron a leer las reseñas de esos primeros días pero dejaron de investigar los últimos rastros del relato..." Porque la historia de Enriqueta no es como parece.

La lectura de Barcelona 1912. El caso de Enriqueta Martí (Sílex) es doblemente interesante por cuanto desmonta toda la maquinaria de la leyenda. Para Corominas, Barcelona, que no contaba hasta entonces con un gran asesino en serie local, la figura de Enriqueta con un par de niños bajo el brazo y otros tantos a su paso, y una leyenda: "El plat del dia". 

Rumores y falsedades que el ensayo se encarga de desmontar. No es el primero. Hace pocos meses la historiadora Elsa Plaza publicó otro con conclusiones parecidas a las de Corominas y un enfoque sociológico y de género. Enriqueta Martí, lejos de ser una asesina, sería una mísera mujer marcada por un hecho que le destrozó la vida: la muerte de un hijo, de apenas diez meses, a causa de la malnutrición. "Perturbada por esa situación -- concluye Corominas -. secuestró a Tereseta". Tal vez para buscarle una compañía a Angeleta, la otra niña que ella cuidaba, en el piso que compartía con el abuelo. "Pero la suya no era una mente analítica ni criminal. Hoy hubiera recibido atención psiquiátrica".

La leyenda de "la mala dona" ha generado varias novelas, obras de teatro, incluso un musical. El trabajo de Corominas rectifica y dignifica, en algo, su figura. La Barcelona del siglo XIX -- una ciudad con el 50% de analfabetismo y 12.000 prostitutas -- era lugar idóneo para el relato siniestro. Pero aquella pobre desgraciada sobre la que se cebaron las crónicas de la época -- y posteriores -- ni siquiera murió, como se dijo, apalizada por sus compañeras reclusas -- aunque falleció en prisión -- sino víctima de un cáncer de útero.

"Su historia real no deja de ser dikensiana -- continúa Corominas -- y este es el contraste más salvaje con la versión oscura que hemos heredado. En realidad, lo único que tenemos es un ser anónimo, a quien siempre andan desahuciando, enfrentado a unas condiciones materiales de máxima miseria que la llevan a una serie de hechos alucinantes que tampoco podrían haberse sucedido con tanto impacto sin un elemento esencial: las apariencias".

Para el autor de este ensayo desenmascarador, Enriqueta fue sólo el chivo expiatorio periodístico que ocultaba las vergüenzas de Barcelona. No olvidemos que su cuñada le  da a cuidar a su criatura -- Angeleta -- porque la ha tenido viuda y teme el qué dirán.

El autor del ensayo descarta una por una las hipótesis. ¿Se demostró que existieran los famosos "ungüentos" milagrosos?. No. ¿Restos de sangre en alguna toalla?. Enriqueta sufría un cáncer de útero que le provocaba hemorragias vaginales. ¿De qué eran los huesos que se encontraron?. Unos, probablemente extraídos de algún cementerio, y utilizados como amuletos mágicos, otros de animales usados para cocinar, gallinas y huesos de cerdo. Su día a día no era más que la suma de una vida desgraciada y una existencia misérrima que alguien quiso manipular, años después, como reclamo turístico.

El caso, tan sensacional como misterioso, queda registrado también en la vampira de la calle Poniente, donde Ginger Ape Books publicó sueltos y reseñas remitidas por las agencias de noticias en la prensa madrileña y crónicas del novelista Luís Antón del Almet, uno de los forjadores de la leyenda, corresponsal especial del ABC que acabó por creerse aquella feria de detalles macabros. Y, con él, todos sus seguidores.

Enriqueta Martí murió a los 45 años en la prisión Reina Amalia. Su historia acaparó la atención de toda España y esta fue la reseña inicial, el disparo de salida de una leyenda que hoy se está desmontando: "Barcelona 27, 2 tarde (Urgente). Un guardia municipal ha encontrado esta mañana a la niña desaparecida. Estaba secuestrada por una mujer de cuarenta años, llamada Enriqueta Martí, en una casa de la calle de Poniente. Cuando el público ha conocido la noticia, se ha aglopado frente al comicilio de la Enriqueta, y para evitar un asalto, han tenido que acudir las fuerzas del orden público. Ampliaré detalles". (1)

(1) La Vanguardia. Martes, 30 de diciembre de 2014. Págs. 32 y 33.  

martes, 28 de junio de 2016

LA VENERACIÓN ESOTÈRICA AL "SANTET", EN EL BARCELONÉS CEMENTERIO DE POBLENOU.




 Detalle del nicho del "Santet", en el Cementiri de Poblenou, de Barcelona.
Incendio de los Almacenes "El Siglo", el día de Navidad de 1932, treinta y tres años después de la muerte del "Santet", y que en vida había anunciado esta catástrofe.

 Una de las muchas asignaturas que todavía me quedan pendientes  en el deambular por los pedregosos   senderos de esta terrenal existencia, y que a estas alturas de mi vida  difícilmente voy a  poder ver realizada, es la visita al nicho de Francesc Canals Ambrós, conocido por el "Santet", y cuyos restos reposan en un nicho del cementiri del Poblenou, de Barcelona.

El Cementiri del Poblenou fue el primer camposanto civil de la ciudad de Barcelona, construído  cuando se prohibieron los cementerios parroquiales y que, por cuestiones higiénicas y sanitarias, tenían que emplazarse alejados de los centros urbanos.

El de Poblenou, data del año 1775, si bien en la Guerra del Francés sufrió los efectos del incendio,y del que son testimonio las paredes ennegrecidas de la mayoría de las bóvedas de los panteones neogóticos del recinto antiguo, siendo obra del italiano Antoni Ginesi el diseño actual, que es del año 1819.

 En los inicios fue un cementerio para  personas de escasos recursos, atendido que la alta burguesía seguía pagando para ser sepultados en las iglesias,  no siendo  hasta mediados del siglo XIX, con la ampliación y reforma del recinto, cuando se empezó a enterrar a los miembros de las familias más pudientes de la ciudad. Pero el humilde nicho consideraban que era poca cosa para ellos, y empezaron a construir elegantes mausoleos que solían encargar a los mismos arquitectos modernistas que les edificaban  sus casas, y que unido al concurso de buenos escultores, han legado un valioso patrimonio artístico funerario a la ciudad.  Pero ni el insigne músico Anselm Clavé, ni las tumbas masónicas, ni la lápida que recuerda a 17 vecinos del barcelonés barrio de Gràcia que fueron fusilados  por un crimen que no cometieron durante la revuelta de 1856, ninguno de ellos reciben las visitas y la veneración de tantas personas como las que recibe el nicho del "Santet".

¿QUIÉN FUE "EL SANTET"?

Francesc Canals Ambrós, joven de origen humilde, era conocido entre sus vecinos de la Plaça de la Llana, de Barcelona, y por sus compañeros de trabajo, como persona muy caritativa y que tenía el extraño don de los  sueños premonitorios. Murió joven, a la edad de 22 años, en el año 1899, a causa de una tuberculosis.

Trabajaba como dependiente de los Almacenes "El Siglo", que en aquella época estaban situados en la Rambla de los Estudios, núms. 3, 5 y 7, calle de Xuclá, 10, 12 y 14 y núm. 1 de la Plaça del Bonsuccés, y pertenecían a la familia Conde. A raiz del incendio de 1932 se trasladaron a la calle de Pelayo, y tras una crisis, fueron comprados por Julio Muñoz Ramonet, propietario de los Almacenes El Águila". 

"El Siglo" cerró en el año 1981, el mismo año que un incendio provocaba la caída a la calle Pelayo, del águila de piedra que coronaba los almacenes con nombre de águila depredadora. A la vista de los acontecimientos, se desprende que los incendios han sido frecuentes en la historia de los grandes almacenes.

La leyenda del "Santet" nos cuenta que éste predijo el incendio que asoló en la Navidad del año 1932 su lugar de trabajo, si bien esta circunstancia se produjo 33 años después de su muerte, por lo que la profecía resulta un tanto "sui generi".

Lo que cuenta la leyenda, que no lo cambie la historia, pero en la época en que vivió y murió Francesc Canals, la ciudad de Barcelona era un núcleo de gran actividad espiritista, y buena prueba de ello la tenemos en que en ella se celebró en el año 1888 el Primer Congreso Internacional Espiritista, y la doctrina de Allan Kardec tenía seguidores entre nobles y obreros, militares y anarquistas, masones y algún que otro conocido religioso.

Se cuenta que quien se acerque al nicho del "Santet" para hacerle una petición, debe seguir dos indicaciones: primera, no hacer peticiones directamente de dinero, y segunda, que una vez se aleje del nicho, nunca lo haga volviendo sobre sus pasos.

PROCEDENCIA:

Notas sueltas de mis archivos.  Carpeta "Cementiris".

domingo, 26 de junio de 2016

RAMONA LLIMARGAS, LA MONJA BILOCADORA DEL GENERAL FRANCO.


 La masía Can Trilla, en el pasaje a la altura del número 177 de la calle Mayor de Gracia.(actual Gran de Gràcia), de Barcelona.
 Entrada al convento, en el Pasaje de Can Trilla.
 Sepulcro donde está enterrada Ramona Llimargas, en el interior del convento de Can Trilla.
 Llavero publicitario de Colmados Simó, de la calle Salmerón, 54 (actual Gran de Gràcia), donde mi padre estuvo trabajando durante muchos años.
Plaça Trilla. En el fondo la masía de Can Trilla. Este lugar  fue escenario de mis juegos infantiles entre los años 1953 y 1957, cuando mis padres se establecieron en un colmado situado en el número 196 de la calle Mayor de Gracia (actual Gran de Gràcia), esquina con la Plaça Trilla.


Cuando en el segundo semestre del año 1953 nos trasladamos de Sant Boi de Llobregat a Barcelona, donde mis padres abrieron un establecimiento de ultramarinos (colmado) en el número 196 de la calle Mayor de Gracia (actual Gran de Gràcia), esquina con la Plaça Trilla, y donde permanecimos hasta el año 1957, desconocía yo, naturalmente entonces,  una curiosa historia tejida en aquellos espacios que frecuentaba en mis juegos infantiles, y que sin más consideraciones voy a referir.

 LA MONJA BILOCADORA DEL GENERAL FRANCO.

En el popular barrio de Gràcia, de Barcelona, a la altura del número 177 existe un pasaje con la masía de Can Trilla. Esta masía alberga un convento de la Hermandad de Jesús Paciente, formado por cinco monjas. En su interior descansan los restos de su fundadora, Ramona Llimargas, nacida en Vic en el año 1892, en el seno de una familia humilde, sin  apenas saber leer ni  escribir.

Desconocía la Lengua Española, por lo que siempre hablaba en Catalán, y su vida estuvo marcada por las circunstancias sobrenaturales. El Padre dominico Pedro Fernández, biógrafo de la religiosa, explica que todas las apariciones extrañas que le ocurrieron en su vida, ya las vivía durante su infancia en la ciudad de Vic, donde era apodada "La Encantada", a causa de los repentinos éxtasis que concurrían en su persona. Tenía apariciones de la Virgen, curaciones milagrosas, sueños premonitorios, por lo que se creó alrededor de ella un hado de santidad. Su madre, en vista del revuelo que ocasionaba, la amanezaba con una paliza si proseguía con  aquellas conductas.

Si existe un episodio que marcó la vida de Ramona Llimargas, fue la Guerra Civil española. Vic era zona republicana, y en consecuencia todas las personas marcadamente religiosas, tenían que esconderse para librarse de la muerte. Se dice que ayudó a esconder a religiosos y curó a personas heridas. Se cuenta que ayudó al hijo de un renombrado anarquista y éste le ayudó cuando ella tuvo problemas con las milicias republicanas. Fue llevada a un descampado para ser fusilada, pero el anarquista Francisco Freixenet intervino para salvarla en última instancia de una muerte segura.

Durante la Guerra Civil española pasó algún tiempo en una masía perteneciente a la acaudalada familia Alsina, en las afueras de la ciudad de Vic. En esta masía ocurrieron algunos de sus trances más espectaculares, donde según algunos testigos, entre ellos José María Pemán, se le aparecía ni más ni menos que el general Franco, y le alertaba como que no acudiera a un banquete ceremonial en Zaragoza, porque pretendían envenenarle. Esta circunstancia definió la actitud que tuvo Franco con la monja, siempre preocupado por ella, y a la que colmaba con multitud de favores.

Las apariciones al Caudillo serían de vital importancia, puesto que además le aconsejaba sobre estrategias que tenía que tomar, como en la Batalla del Ebro o no participar en la Segunda Guerra Mundial. La demostración de estos hechos es muy compleja, pero según el periodista Xavier Theros, existen testimonios de personas cercanas a Franco que aseguran que, en ocasiones, al Caudillo se le aparecía una "santa", pero que en ningún caso se trataba de Ramona  Llimargas, sino de la mismísima Santa Teresa de Jesús.

Además, diversos heridos de ambos bandos aseguraron que esta mujer les atendió directamente en las trincheras, aunque resultara imposible que una religiosa se encontara en aquellos lugares.

El viaje más lejano que realizó físicamente Ramona Llimargas fue a Barcelona, al barrio de Gràcia, donde se instaló en la masía de Can Trilla. Sin embargo era conocida como " la monja bilocadora de Franco", aunque nunca llegó a ser monja, atendido que únicamente fue seglar.

Su muerte fue también un misterio. A principios de 1940 conoció a una persona que padecía cáncer y su fallecimiento era inminente. Ramona Llimargas pidió a Dios que la mujer se librara de su enfermedad y que ésta pasara a ser contraída por ella. Así fue, y al evitar ella cualquier tratamiento, falleció el 8 de octubre de 1940. En el momento de producirse el fallecimiento, varios vecinos del barrio aseguraron haber visto el espíritu de Ramona Llimargas.

La figura de Ramona Llimargas es un completo enigma. Para unos tiene todo el mérito de ser una santa, pero para otros fue un instrumento de propaganda de Franco. Sin embargo, los hechos sobrenaturales que giraron en torno a su persona, todavía son motivos para  algunos fieles, que acuden a esta masía del barcelonés  barrio de Gràcia para conocer la historia de Ramona Llimargas.

FUENTES DE CONSULTA

"La monja bilocadora de Franco". Artículo de Xavier Theros, publicado en "El País", en su edición del 3 de septiembre de 2008.

Cuarto Milenio. Iker Jiménez. Temporada 4. Programa 143. 

viernes, 17 de junio de 2016

RECORDANDO A RAMON MAS I CAMPDERRÓS (1911-1973)

Ramon Mas Camperrós y su esposa, Quimeta Vidal en  la puerta del su vivienda, que después sería  peluquería, en la calle del "Crucero Baleares", de Sant Boi de Llobregat,  en una fotografía del año 1935. 
(Aportada por su hijo  Francesc Mas Vidal)

Francesc Mas Vidal colgó en el día de ayer,  en internet,   esta preciosa y emblemática fotografía, con sus padres, Ramón Mas Campderros (1) y Quimeta Vidal en la puerta de su domcilio, en la calle del Crucero Baleares, de Sant Boi de Llobregat,  en el año 1935. Aquí estableció su peluquería de la que guardo uno de los primeros recuerdos de mi  existencia.

He de pensar que, desde mi tierna edad , debí de ser un niño muy consentido. Mis padres habían lamentado, allá en los años 40 del siglo pasado,  la muerte, en un mismo día, de sus primeros hijos, mellizos, niño y niña, a causa de una pulmonía cuando todavía no se disponía de la penicilina, y yo fui el primero en volverles a alegrar su existencia a los cuatro años de sufrir  aquel doloroso percance.

Explico esto porque mi madre, después de la comida del   mediodía, conseguía que durmiera  en su regazo  frotándome la espalda con la cabeza de las agujas para  tejer la   lana. En mi primeros años de vida, no había manera de que accediera acudir al barbero, y el bueno de Ramón Mas tenía la jacobiana  paciencia de acudir a casa para cortarme el pelo, mientras dormía en la falda de mi madre.  Y si en un  momento dado despertaba, se agazapaba detrás de la mesa del comedor para no ser visto, y cuando mi madre conseguía volverme a dormir, proseguía pacientemente  su labor hasta su finalización-

Pasado algún tiempo, veníendo  de comprar de la mano de mi madre,  al pasar por delante de su  establecimiento de peluquería, su esposa Quimeta  me ofreció una galleta "María". A partir de aquel momento, ya siempre acudí, acompañado de mi madre, a su establecimiento, dejándome cortar el pelo  sin más incidencias.

Por cuestiones de vecindad, y con el paso de los años,  siempre tuve ocasión de compartir con Ramón Más y con  su esposa, Quimeta Vidal , unas personas maravillosas y entrañables. 

Ramón Mas alternaba su profesión de peluquero con sus conocimientos de albañilería, y en esta otra faceta formó parte del equipo que descubrió la existencia de las Termas Romanas, de Sant Boi de Llobregat,  que dirigió el historiador y Cronista Oficial de la Villa, Carles Martí i Vila, y des de aquel momento, se aficionó a la arqueología, colaborando  muy eficazmente, durante años, en las excavaciones, prospecciones y trabajos de reconstrucción efectuados en distintos lugares del municipio.

Falleció precisamente a consecuencia de un accidentes de trabajo,padecido mientras construía un muro de contención en el interior del recinto de las termas romanas. (2)

En esta etapa final  de su vida, en que trabajó en el descubrimiento de restos arqueológicos,   se apresuraba en alertarme cuando acontecía un  nuevo episodio,  y me falicitaba toda la información necesaria para que luego pudiera dar cumplida  noticia  en los periódicos de mi corresponsalía, "Tele/eXpres", "Diario de Barcelona" y en la revista local "Vida Samboyana".

(1) Ramón Mas i  Campderrós (Viladecans, 1911 - Sant Boi de Llobregat, 1973)

(2) Viure Sant Boi. Setembre 2004


sábado, 28 de mayo de 2016

RECORDANDO EL CEREBRINO MANDRI.




 CEREBRINO MANDRI es el nombre comercial de un medicamento en polvo que se tomaba, por vía oral disuelto en agua,  y estaba formado  básicamente  por tres componentes: ácido acetilsalicílico, paracetamol y cafeína anhídrica. La acción conjunta de los dos primeros favorecían la reducción del dolor y la fiebre, mientras que el tercero era un estimulante del sistema nervioso.

Estaba indicado para tratar los dolores de cabeza, así como dolores leves, dentales, menstruales, musculares como las contracturas o de espalda, como la lumbalgia y los espisodios de fiebre.

Sin embargo, el día 5 de setiembre de 2008, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), ordenó la retirada  de todas las unidades de todos los lotes de la especialidad farmacéutica "Cerebrino Mandri 100 g polvo",  porque "el fabricante no cumple las normas de correcta fabricación". (1).

PROPIETARIOS DE LA TORRE DEL SOL, DE SANT BOI DE LLOBREGAT.

La Torre del Sol, casa señorial rodeada de extensos jardines, fue construída a mediados del siglo XIX en el actual  número 29 de la calle de Joan Bardina, de Sant Boi de Llobregat, por la acaudalada familia Castells, hasta que en el año 1930 fue adquirida por la familia Mandri, que posteriormente la venderían a la familia Fradera, conocida por sus actividades industriales  cementeras. En 1982 pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat. (2)

EL ÚNICO MEDICAMENTO TOMADO DURANTE MUCHOS AÑOS.

En el transcurso de los años de adolescencia, juventud y posteriores etapas de mi vida, el CEREBRINO MANDRI fue el único medicamento que tenía siempre al alcance de la mano, atendido que padecía frecuentes dolores agudos de cabeza, y un par de cucharaditas de postre de aquel medicamento en polvo,  disuelto en un vaso de  agua, eran suficientes para que desapareciera a los pocos minutos aquel insoportable dolor.

Había una farmacia en la calle de Olzinelles, en la barcelonesa barriada de Sants, de Barcelona,  esquina con una calle de la  que ahora no recuerdo el nombre, que vendían cerebrino que preparaban en aquella farmacia.  Cuando periódicamente  acudía a comprar para mi consumo, siempre llevaba de más,  para proveer a personas que también lo consumían y me lo encargaban.

En una de mis visitas en aquella farmacia, me comunicaron que habían dejado de prepararlo.

Mi madre, que mientras permaneció soltera residía en el número 30 de la calle de Sant Medir, de Sants, me había explicado en varias ocasiones que, en el transcurso de la Guerra Civil española, la venta de cerebrino que preparaban en aquella farmacia, estaba supeditado a la entrega previa de azúcar, habida cuenta de la escasez de este producto en aquellos tiempos.

Han pasado los años, largos años,  y todavía hoy por hoy, lamento no poder disponer de cerebrino cuando, ocasionalmente, me invaden los molestos dolores de cabeza. 


(1) Alerta Farmecéutica 24/08. Cerebrino Mandri 100 g. polvo. Laboratorios Mandri,S.A., Provenza, 277 Barcelona.

(2) "Viure Sant Boi". Memoralia. Ajuntament de Sant Boi de Llobregat. Setembre de 2012.

martes, 10 de mayo de 2016

EL CAFÉ ZURICH, DE LA BARCELONESA PLAÇA DE CATALUNYA, SE RESISTE AL CIERRE DE SU EMBLEMÁTICA TERRAZA.

 En la lluviosa mañana de ayer, los trabajadores y el propietario del Café Zurich, acompañados de sus familiares, salieron a la calle para defender la continuidad de la terraza que les da de comer ( Foto: Xavier Cervera).


El Café Zurich, en el número 1 de la plaça de Catalunya, de Barcelona, es un punto de encuentro por excelencia de la Ciudad Condal. Si quieres que la persona con la que te has dado cita  no se pierda, lo más práctico es citarla en la terraza del Café Zurich, en el mismo corazón de Barcelona.

Ahora este establecimiento, símbolo de Barcelona, está dispuesto a convertirse también en un emblema de la lucha contra la Ordenança de Terrasses. Las 70 mesas que tiene en su emplazamiento de la Plaça de Catalunya, están en peligro de desaparecer, si no en su totalidad, sí la mayoría, y de ahí que la gran familia que forman sus trabajadores, haya decidido salir a la calle , frente al establecimiento, para mostrar sus protestas por la normativa  que dejó lista el gobierno municipal del convergente Xavier Trías y que ahora está aplicando el de "Barcelona en Comú",  de Ada Colau.

El propietario del establecimiento, Andreu Valldeperas, trabajadores del establecimiento, y representantes del Gremi de restauració de Barcelona y de los sindicatos CC.OO. y UGT, se plantaron en la mañana de ayer frente a la terraza, desierta por la lluvia, para defender las mesas del local y los 32 puestos de trabajo.

Roger Pallarols, director general del Gremi de Restauració de Barcelona, se preguntaba qué "quién más  le tiene que decir a la alcaldesa que ha de rectificar y no llevar a cabo una aplicación tan estricta de una ordenanza que ellos mismos han calificado de chapuza".

MIS RECUERDOS DE LA TERRAZA DEL CAFÉ ZURICH 

 Una antigua imagen de la terraza del Café Zurich

 Recientes instantáneas de la terraza del Café Zurich.

En el  interior del establecimiento se disfruta también de un ambiente acogedor.

Guardo muy buenos y gratos recuerdos del Café Zurich, de Barcelona.

En mi adolescencia, cuando no existían las redes sociales  ni el internet, era muy habitual que las emisoras radiofónicas tuvieran un espacio donde se podía solicitar correspondencia con chicos y chicas en edades comprendidas entre tantos y tantos años y que preferentemente residieran en tales lugares.

Por este conducto, a mi que siempre me ha entusiasmado escribir, establecí correspondencia con chicas de diferentes lugares de España e incluso una de Portugal, aunque preferentemente eran de Barcelona ciudad. Y llegaba el día en que, con las de Barcelona ciudad, decidíamos conocernos personalmente. Y yo, que por aquel entonces residía en Sant Boi de Llobregat y no tenía coche, lo más práctico era  desplazarme con los "Ferrocarriles Catalanes" (ahora Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya), hasta la estación fin de trayecto de  Plaça d'Espanya,  de Barcelona, y de allí, con el metro, hasta la Plaça de Catalunya. Ya estaba en el Café Zurich.

Y a lo largo de las diferentes etapas de mi vida, cuando por  circunstancias diversas  he tenido que citarme  con alguna persona determinada -- conocida o no --el lugar del encuentro, en Barcelona, siempre ha sido el Café Zurich. No hay pérdida para nadie.

De ahí que la noticia de la posible desaparición de su terraza, me duela profundamente,  porque con ello desaparecería también la esencia  de tantos y de tantos buenos  recuerdos de mi adolescencia, de mi juventud y de mi pasado todavía  reciente. Por la familia de trabajadores, para que no puedan peligrar sus puestos de trabajo; por la Barcelona emblemática de su añejo pasado, y por los recuerdos que guardo de este característico  establecimiento, me uno en apoyar las justas reivindicaciones que se están efectuando para que, el Café Zurich siga liderando, con su emblemática terraza, este punto de encuentro tan característico de la Ciudad Condal.