Las imágenes que ilustran estas líneas, corresponden a unas postales de mi fondo documental, referidas a la ermita de Nuestra Señora de Bruguers, junto a la carretera de Gavá a Begues, en las primeras décadas del pasado siglo XX, así como la imagen de Ntra. Sra. de Bruguers, y en la inferior, una instantánea de mi asistencia al "Aplec de Bruguers", junto a la que en aquellos momentos era mi novia, y actualmente mi esposa Magdalena, encima de la "Roca Foradada", una impresionante mole de piedra de aquel lugar, erosionada con el paso de los años. Era el día 19 de abril de 1965, Lunes de Pascua. De ello se cumple en estas fechas, nada menos que medio siglo, o cincuenta años, como mejor prefieran.
Es una antigua tradición de Gavá, acudir el Lunes de Pascua al "Aplec" a la ermita de Nuestra Señora de Bruguers, situada al pié de la elevación montañosa del castillo de Eramprunyà, junto a la carretera de Gavá a Begues, en unos frondosos paisajes de verde vegetación, una privilegiada atalaya desde donde se divisa el núcleo urbano del municipio y su zona agrícola hasta el mar.
Los gavaneses y vecinos de los municipios del entorno, acuden en familia el Lunes de Pascua a este pintoresco lugar para convivir una agradable jornada en plena naturaleza. En la explanada de la ermita se celebran audiciones de sardanas y otros bailes y, después disfrutar de una comida campestre o en alguno de los restaurantes del lugar, se comparte la tradicional "mona" de Pascua.
Antiguamente este "Aplec" resultaba muy concurrido, y con el paso de los años ha ido decreciendo, si bien actualmente parece ser que está volviendo a registrar cada año, un mayor número de personas que acuden a Bruguers para disfrutar de una maravillosa jornada rodeados de las excelencias paisajísticas de aquel paraisíaco lugar.
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